Vivir el aquí y el ahora

Renunciar para disfrutar


Estamos tan desesperados, ansiosos y con estrés por lo que vendrá en un futuro, que no nos damos cuenta que vamos perdiendo aprendizaje. Me refiero a la experiencia misma de vivir el presente.

Aprender implica hacer que el error tenga parte. Muchas de las veces nos duele equivocarnos, nos frustramos y enojamos porque queremos que las cosas salgan a la primera, pero temo decirte que así no sucede. Y no te sale como lo habías planeado, no por tu culpa o por algún factor mal ocupado, simplemente porque no es tu momento.

Cuando explico ese razonamiento (hasta conmigo mismo), doy como mi cordura perdida. Porque por más, el ser humano es sensible y lleno de emociones, anhela, necesita que las cosas resulten de la mejor manera. Que las metas se realicen o que se solidifiquen, sin embargo, es ahí cuando nos perdemos. Ya no sabemos quien en verdad somos en el aquí y el ahora, ya que ocupamos toda nuestra atención en conceptuar al éxito como un lugar o una posesión material.

Soltar tu necedad

No tendríamos que tener esa idea, tan ambigua y tan vacía de que todo lo que consigues es para tener material mas valioso o un titulo mas alto, sino el recordar que lo mas importante es vivir el proceso. Y vivir el proceso implica también renunciar a lo que anhelas y analizar si en verdad lo necesitas. Renuncias a la idea de querer, a esa necedad y la transformas en lo que prefieres, porque si te mantienes enfocado todo el tiempo en seguir un futuro incierto y lejano, te agobiaras tanto, que tu entorno se volverá toxico.

Prefiero tener una vida plena, con solvencia económica y con buena salud, pero sino se dan las cosas así, esta bien. Porque se, que no tengo control de nada. Puede que mañana pase algo desagradable o una prueba muy difícil que me trunque un instante. Puede que no logre aquello y esta bien, pero ¿Por qué? preguntaras. Porque estoy consciente de que todo es relativo, nada esta establecido, todo puede cambiar. Aunque lo desee tanto, aunque sea muy positivo, prefiero que suceda lo que tenga que suceder y aprender de ese colapso, bendición o experiencia en el presente.

Lo que realmente importa

Y eso es lo que llamo disfrutar el aquí y el ahora, dejar que la vida tenga que pasar como se de. Se que tienes muchos sueños, pero también pregúntate, ¿Qué seria de mi, sino lo consiguiera?, ¿Quién soy yo, ahora y quien seré mañana?. No digo que pierdas el horizonte, solo digo que aprecies la tierra en la que pisas, el aire que respiras, la oportunidad que tienes hoy para hacer alguien mejor.

Esperar lo que sea necesario para cumplir un sueño, pero no dejando de ser uno mismo. Reencontrarte, cuando ya no reconoces tu don. Aquello que te hace ser único e inigualable, aquel que te dará la satisfacción de hacer grandes cosas para compartir.

Renuncia a tu necesidad de querer y busca lo que realmente importa, amar y dar amor. Sentir dolor y aprender de ello. Cuestionar, reflexionar y si es indispensable, cambiar.

V. M. G. N.

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