Quien fuera libro para que con
tus manos, acaricies cada hoja
de mi vida.
Me llenes el alma con tus risas
y poder producir en ti;
unas ansias inmensas por saber
más de mi.

Quien fuera hasta el café que bebes,
para poder saborear tus labios,
en sorbos breves e impregnarme
en tu boca, poco a poco.

Quien fuera tu suspiro,
tu pensamiento en el día,
tu recuerdo imborrable,
tu canción para cada ocasión.

Quien fuera tu abrigo,
en esta estación fría.
En esta noche estrellada,
donde una mirada te echa la Luna,
a través de la ventana de tu habitación.

Quien fuera tu corazón
o solo un palpitar.
Quien fuera al menos,
un extraño en ese lugar.
Dónde inclinas tu cabeza
y te pierdes entre letras,
una vez más.