No necesite el día para pensarte,
ni la noche para en ti desvelarme,
no necesite de la luna para inspirarme,
ni la luz del sol para contemplarte.
No necesite de tanto tiempo,
solo disfrute un pequeño momento,
para amarte entre mis sueños,
y besar hasta tus gestos risueños.
Sentí como si fuese realidad,
tu mano enlazada a la mía,
tu cálido abrazo al caminar,
tus gestos llenos de alegría.
Necesite setenta minutos,
y la vida tomo algún sentido,
y se lleno en mi, un gran vacío,
aunque fuese por un instante,
me cambio hasta el semblante,
el ver tu sonrisa brillante,
sintiéndote a mi lado constante,
queriéndonos con locura y con pasión.
Pero como todo lo bueno se termina,
en un abrir de ojos tan inesperado,
como si fuese un gris cielo nublado,
te das cuenta, de que nada ha pasado.
V. M. G. N.