Amo tu tímida mirada,
aunque a veces no digas,
ni una sola palabra.
Amo tus abrazos,
que me cobijan tiernamente muy despacio,
acariciando con los tuyos mis pies descalzos.
Amo tus cicatrices,
que me cuentan aventuras que has pasado,
esos cálidos momentos que nos hacen felices.
Amo tus lunares,
que me guían mas allá de lo inigualable,
transportándome ciegamente hacia otros lugares.
Amo tus labios,
que su lenguaje hacia los míos nunca termine,
con esa forma tan sutil que me estremezca,
no importando que de pronto en ti amanezca,
repitiendo locamente cuanto te amo.
V. M. G. N.