Miradas que transportan hacia un mundo,
de fantasía y hermosura.
Miradas que anhelan el fin,
de una terrible atadura.

Miradas que desean vivir más de sus sesenta minutos
tantas revueltas, tanto tan diminuto.
Miradas que lloran por algún día,
volver a nacer para ser felices.

Miradas de odio, que matan
por soledad que amargan su vida.
Miradas tibias, deseos vanos,
canción de tirano y una dulce melodía.

Miradas de ángel que penetran el alma,
no de deseo, no de agonía, no de tiranía;
simplemente de un sentimiento llamado amor.
Miradas de niño, que alegran el día,
las notas surgidas de una inspiración.

Miradas de ternura, de humildad me llevan concluyendo,
que esta travesura de investigar, cuál de todas es tu mirada,
me faltan las palabras para agradecerte tanto que tú me das.
Tu mirada es esta que ahora veo; es de ángel y de gladiador,
es la tuya que me mantiene soñador.

V. M. G. N.