Congela mi cuerpo con tu corazón,
que me quite este intenso calor,
congela con tus labios, mi necesidad,
esa que por ti yo siento en soledad.
Congela mi mente, no quiero pensar,
en otra forma de poderte enamorar,
dibuja los limites para no cruzar,
no quiero alardear que lo he podido lograr.
Escúchame atenta, sin claudicar,
que no quiero hundirte en este mar,
una inmensa fortuna te ha de esperar,
si pronto te alejas de mi alocado amar.
Por eso te pido hazme congelar,
no permitas me derrite con tanto hablar,
diciendo – te extraño – y así provocar,
que engañe a tus ojos para poder escapar.
V. M. G. N.