Para cuando decidas amarme,
tal vez el silencio se vuelva sonido,
cuando el tiempo suprima lo vivido.
Para cuando decidas amarme,
no tendrá ningún caso, ningún sentido,
se quedará constante en mi, el olvido.
Para cuando decidas amarme,
el otoño no traerá melancolía,
ni cobijo entre hojas en el día.
Para cuando decidas amarme,
no habrá rastro, ni una sombra de alegría,
ni primavera que termine esta agonía.
Para cuando decidas amarme,
tal vez no existan en mi sentimientos,
solo pensamientos convertidos en tormentos.
Para cuando decidas amarme,
mi existencia se resumirá en turbios momentos,
tristes soledades, interminables desalientos.
Para cuando decidas amarme,
pensarme, extrañarme y buscarme,
aunque con excusas vayas a necesitarme.
Para cuando decidas amarme,
para cuando no quieras ni dejarme,
no estaré… o quizá ahora te toque esperarme.
V. M. G. N.