Sufro la ansiedad de volver a verte,
que me mires con ese abismo de tus ojos cafés,
que me beses con esa boca y esa disfrazada timidez,
¡Cuantas ganas tengo de por fin tenerte!
Después de una grande y dura espera,
después del invierno y primavera,
después de sentir tu cuerpo por vez primera,
recuerdo en mi mente tu silueta tan bella.
¿Cuánto mas me hace falta padecer?
escribiendo poemas hasta el amanecer,
discutiendo con mi solitaria vida,
deseando una inalcanzable huida,
que me quite esta necesidad de tu querer.
Te extraño,
no se si por sentirlo me haga daño,
quisiera poder regalarte estos desvelos,
regalarte todos estos locos anhelos,
regalarte el sentido de mi cordura,
aunque termine sin nada, sin duda.
V. M. G. N.