Extraño tu sonrisa
tan libre y pegajosa,
tu emoción y tu alegría.
Extraño las pequeñas cosas que se llevo el viento
y también aquellas que pudieron ser un mágico momento.
Si te vuelvo a encontrar, al menos en mi sueño interminable de tu esencia, desearía abrazarte y decirte: -aun mi corazón recuerda con ternura tu nombre- y si mi afán por encontrarte no me permite verte, te envío este suspiro, un mensaje en la botella, para ver si algún día te llegas a topar con ella.
Me hace falta el brillo de tus ojos, tu sonrisa,
la suavidad de tus labios y un buen café al mirar las estrellas…
V. M. G. N.