Regálame un destello de tus ojos,
un dulce beso de tu boca,
una caricia que provoca,
una saciedad a mis antojos.
Regálame un suspiro,
una sonrisa transparente,
tan delicada y elocuente,
que me hará perder el respiro.
Regálame un poco de tu tiempo,
para que puedas leer lo que te escribo,
como en ti me vuelvo un loco cuando me inspiro,
escuchando tu voz en el viento.
Regálame tus oscuros pensamientos,
refugiarme en ellos y ser tu silencio,
ser tu perfume sobre tu cuerpo,
alejar cada uno de tus tormentos.
Regálame tu nombre que no tengo,
déjame grabarlo en el alma,
esperar con tan sutil calma,
con anhelo; tu regreso.
V. M. G. N.