¿Cómo lo haces?

Ha pasado tiempo, yo no he sabido de ti, ni siquiera una señal o algún chisme por ahí. No sé si te pase lo mismo conmigo, espero que así sea, porque como me imagino, sé que la estás pasando mejor.

Y es eso lo que no acabo de entender, ¿Cómo lo haces? Como de repente dejas de extrañar, como de la nada empiezas a olvidar y haces que todo se vea tan normal. Porque quiero que sepas que yo no puedo, no puedo hacer que lo que se de ti y lo que era yo contigo, se esfume como hojas secas con el viento. No puedo hacer que nada paso, cuando recuerdo los momentos compartidos.

Por eso ahora te pido, enséñame a ser como tú. Enséñame a ser frío para no pensar en ti, para no desear verte en aquel café con tu sonrisa y las charlas escandalosas, aquellas que hacían que la gente nos volteara a ver. Dime, como olvidar aquella calle para ir por ti a la escuela, ver tu vocho azul estacionado y saber que miraría hoy tus ojos cafés, me perdería en tus brazos porque el día no estuvo tan bien.

¿Cómo le haces?, para ir al cine y no acordarte de aquel beso que por impulso nos atrapó y nos unió en el destino para comenzar una bella historia. ¿No te acuerdas de las veces que lloramos, nos consolamos y volvimos a empezar de nuevo, cuando los problemas rebasaban nuestros límites? ¿Cómo se puede olvidar?, aquellos viajes sin pensar u otros con algún plan, aquellas idas aquel lugar donde nos entregábamos amor.

Las idas a los parques, zócalos y todo lo demás; comidas, cenas, regalos, cartas, dulces, gestos, miradas, besos, oraciones, libros, promesas, sonrisas, y creo que no podría acabar. Pero creo que para ti ha sido muy fácil, por eso te pido que me ayudes, porque para mí esto se me ha hecho un trago amargo que aún no asimila mi cuerpo, mi mente y mi corazón. Y créeme, no te lo digo para hacerte sentir mal, ni para reclamarte, ni para que me tengas lastima, sino porque quiero superarte y porque quiero arrancarte de raíz de mi vida.

A la vez lo pienso y te agradezco, porque tomaste la decisión de terminar conmigo, porque yo no hubiese tenido el valor o ni siquiera lo hubiese querido. Porque para mí, lo nuestro tenía un eco eterno, tenía un motivo profundo para creer que sería para siempre. Solo quiero que me digas, ¿Cómo lo haces?, ¿Cómo se te olvida tan rápido el amor que daba todo por ti?

¿Cómo no mirar atrás y fingir que todo está muy bien?, Como enfermarte y no recordar lo preocupado que estuviese por ti. Como mitigar el dolor, el dolor de saber que ya no estás aquí, pero enséñame, porque veo que para ti ha sido muy sencillo.

V. M. G. N.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *