Ave fénix

Yo no quiero sacar veneno, ni dar maldiciones, ni hacer indirectas que hieran el ego o hieran los sentimientos. Escribo porque es la forma mas simple que tengo de expresarme. Expresar aquello que la vida me esta haciendo pasar. Tampoco lo hago como modo de respuesta, como alguna ofensa o para defraudar confianza. Lo hago porque para mi, las letras, son mi forma más pura de desahogo emocional.

Algunas personas que me conocen bien, saben de lo que estoy hablando. Algunas otras puede que critiquen, me ofendan, me juzguen, me vituperen o hasta me lleguen a odiar. Pero creo que nunca se han detenido a observar, a comprender, a entender mi esencia, mi humanidad. Más no me preocupo por el que dirán, porque al final se termina concluyendo que conocerse a si mismo, reencontrarse y amar la soledad, es el mejor de los regalos que te puedes dar.

He amado tan profundamente y me han roto varias veces. Navegado sobre corrientes intranquilas, soportado tormentas y naufragado sin tocar tierra. He desnudado el alma con personas que lo merecen y con alguna que otra gente que solo se decepciona. Gente que se va, quizá porque no cumplí con sus expectativas, porque no soportaron mi luz y menos mi sombra. Porque de alguna forma, lastime su modo de pensar, creyendo que tenia intenciones de hacerles cambiar. Y créanme eso nunca me suele interesar.

La vida me ha resultado difícil, con sus pruebas, con sus baches, con sus barreras que he tenido que saltar. pero no me ha importado, asumo cada día la responsabilidad. Me hago responsable de lo que he hecho, de lo que he dicho y de lo que he sentido, de lo que he expresado y de lo que produzco cada vez. No tengo miedo de mostrarles como soy, no tengo miedo de que vean si tengo o no, debilidades. Un día me hice tan fuerte que ni la muerte me hacia cosquillas.

No me interesa si hablan bien o mal de mi, creo que hay opiniones tan sabias que se interpretan en el silencio. No tengo miedo de estar solo, no tengo miedo del futuro incierto, ni del presente que me golpea a palos, ni del pasado que quiere atormentarme pero si le he tomado la palabra, porque he aprendido tanto que se me olvida en el llanto y en el dolor que me molesta ahora. Y debo de dejar ir, no los acontecimientos, sino esta patética manera de querer controlarlo todo.

He madurado en mis posibilidades, aunque este suceso sea como apuntarme con un arma y obligarme a dejar apegos. Aunque me cueste tanto que siento que no salgo de mi propio abismo de culpabilidad, de angustia, de querer dar, de buscar respuestas y de querer hacer entender que nunca quise alejarlos. Pero debo reiniciar la memoria, el corazón, purificar el alma y volver a comenzar cuando este listo.

Hoy quiero decirte que hoy estas hecho pedazos, hecho trizas, hecho cenizas. Quiero decirte que si, estas jodidamente solo, eres un incomprendido, te estas ahogando en un vaso. Que cada mañana buscas algún sentido, extrañas vivencias; quizás amigos, quizás algún amor. Quizá alguna vida que nunca llegó, promesas, planes, éxito o alguna que otra opción, pero recuerda muy bien lo que te escribo: «Renacerás como el ave fénix que nunca se rindió y venció hasta a la propia muerte».

Y si te sientes podrido, hundido, acabado, quiero que vivas también eso porque el que suprime el dolor y no lo abraza, se contamina por el resto de sus días. Ama estar jodido, ama que hablen mal de ti, ama aunque te sientas porquería, que no vales nada y que no lo lograrás. Recupérate, reorganiza los sentidos, las emociones, las ideas y las convicciones. No te distraigas, no salgas si no lo ves necesario, es el perfecto momento para tocar fondo y hallar la luz en medio de la oscuridad. Toma el tiempo necesario pero también mídelo y no demuestres nada a nadie, porque sabes quien eres, sin necesidad de que alguien te haga compañía.

V. M. G. N.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *