Laberinto sin salida

Disfrazamos el odio,
después de un remolino extraño,
repleto de daño que nos hizo actuar
sin sentido y sin razón.

Sonreímos,
aunque el pasado no haya quedado atrás,
aunque cada día enfermizo es el disfrutar,
caminar con el de la mano.

Olvidamos lo que somos,
lo que queríamos de destino,
un gotear de lágrimas que altera el vino,
el de la vida que debemos continuar.

Y sin más nos morimos,
perdiéndonos en un laberinto sin salida,
apagando los motivos tragando saliva,
aquellos motivos que deseaban vernos tan felices.

V. M. G. N.

vic

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